COMIENZOS DE LA TELEVISIÓN
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HABLAN TRES EXPERTOS
HABLAN TRES EXPERTOS
Arrancamos con el curso sobre los comienzos de la televisión argentina.
Si decimos comienzos, televisión y argentina surge un nombre con todas las letras, en mayúsculas
JAIME YANKELEVICH.
El 17 de octubre de 1951 empezaron las transmisiones oficiales del canal 7 porteño.
¿Su "hacedor"?
Obviamente que no puede reducirse a una persona, pero Jaime Yankelevich fue la figura central de esos tiempos iniciales.
Y de su pequeña prehistoria, un par de años antes.
Para esta primera entrega de este curso tres declaraciones de figuras fundamentales de la tele argentina.
Yankelevich, tomado de la revista Sintonía y reproducido en La magia de la televisión argentina 1.
Antonio Carrizo y Nicolás Mancera, entrevistados en exclusiva, por separado, para Televisión argentina. La información.
DE LA MAGIA DE LA TELEVISIÓN ARGENTINA 1
En 1935 registramos por primera vez en la historia de Jaime Yankelevich la palabra "televisión". Y entramos en los pantanosos terrenos de la realidad y la leyenda.
En Sintonía del 29 de junio de 1935 se publicó una nota de una página. Sus conceptos fundamentales eran éstos: "El señor Yankelevich se halla en viaje a Londres, donde, como se sabe, la televisión ha alcanzado un gran desarrollo. Nuestro broadcaster tiene el propósito de estudiar a fondo la transmisión conjunta de imágenes y sonidos y traerla a la Argentina. Es un gesto que habla mucho de su espíritu audaz, siempre dispuesto a servir al público con las más recientes conquistas de la ciencia. Aunque no está de más recordarlo, ese espíritu de progreso supone en el caso que nos ocupa un riesgo financiero, pues la única concesión para transmitir televisión que hasta ahora existe es la otorgada a la Empresa Editorial Haynes, propietaria de Radio El Mundo, y no se ha legislado nada respecto a la concesión de ondas para hacer broadcasting y televisión. Esperamos, no obstante, que el encomiable gesto del señor Yankelevich sea coronado en el terreno de los hechos por el éxito que merecen las iniciativas que, como ésta, entrañan un bien para la colectividad".
Entusiasmado, Yankelevich declaraba a la misma revista (10.8.35): "Dentro de seis meses habrá televisión en Buenos Aires"; y aunque su cálculo falló por dieciséis años, incorporó a su organización a Radio Cultura, Radio Mitre y Radio Porteña y creó en 1947 la Asociación de Radiodifusoras Argentinas, síntoma inequívoco de su pujante actividad.
DE TELEVISIÓN ARGENTINA. LA INFORMACIÓN
Le preguntamos a dos hombres de larga trayectoria en los medios, Antonio Carrizo y Nicolás Mancera. Veinteañeros ambos, en 1951 Carrizo era un importante locutor de Radio El Mundo. Mancera conducía el programa La marcha del cine por Radio Splendid.
Sus respuestas (las entrevistas datan de 2001).
Contesta Carrizo:
-A partir de 1947 algunos sostienen que las radios y varios diarios, con excepción de La Prensa, La Nación y Clarín, habían sido comprados por el Gobierno.
-No es verdad. El gobierno de Perón no compró las radios. Eran sociedades anónimas particulares, totalmente independientes del Gobierno. Sus titulares eran amigos de Perón. Eso lo hace cualquier gobierno. Hace dos años se anularon todas la concesiones de frecuencias de radio que había hecho el gobierno de Menem. Ningún gobierno del mundo le da licencias al enemigo. La radio El Mundo y la cadena eran de Haynes. La cadena de Splendid era de Peralta Ramos, la gente de La Razón. En Radio Belgrano está Jorge Antonio. Eran todas cadenas privadas. El que estatiza las radios es la Revolución Libertadora.
-Hay libros que opinan lo contrario.
-No hay discusión. Que lean. Que se enteren. Que pregunten. El peronismo no estatizó las radios. Quien estatizó las radios con una comisión administradora que dirigía el capitán de navío Casanova, en el Ministerio de Comunicaciones, fue la Revolución Libertadora. Que usted me diga que en una de las radios estaba Aloé, que era el hermano menor del futuro gobernador de Buenos Aires, es un problema distinto. Pero las radios eran empresas privadas.
-Pero tenían a su frente a personajes muy ligados al gobierno peronista.
-No eran a su frente. Perón no los ponía. El presidente de Haynes era Nicolini, un contador que en su vida pública por ahí era secretario de la Presidencia de la Nación. En las radios, a partir de la Libertadora, venían los interventores del Ministerio de Comunicaciones, que estaba a cargo de la Marina. Se sentaban en la radio.
La misma pregunta tiene esta respuesta de Mancera:
-Desde luego que privadas. Radio Splendid era de Antonio Devoto y Benjamín Gache, con el ingeniero Guerrico como jefe técnico; Radio El Mundo era de la Editorial Haynes y Radio Belgrano de Jaime Yankelevich. Todos, de una manera servil, estaban totalmente al servicio del Gobierno. Pero la plata le entraba al señor Yankelevich, al señor Devoto y a la Editorial Haynes. La censura era absoluta. Le cuento una anécdota. En El Mundo Ignacio de Soroa y José Castro Volpe tenían un programa de preguntas y respuestas. El premio mayor eran 100.000 pesos y los gana un señor. Le preguntan qué va a hacer con esos 100.000 pesos. "Los voy a donar a la fundación que más hace por la Argentina, por un país que sufre mucho. Los voy a donar al Partido Socialista". No habían pasado diez minutos que lo llevaron preso. De Soroa y Castro Volpe quedaron prohibidos hasta que llegó la revolución del 55.
Sus respuestas (las entrevistas datan de 2001).
Contesta Carrizo:
-A partir de 1947 algunos sostienen que las radios y varios diarios, con excepción de La Prensa, La Nación y Clarín, habían sido comprados por el Gobierno.
-No es verdad. El gobierno de Perón no compró las radios. Eran sociedades anónimas particulares, totalmente independientes del Gobierno. Sus titulares eran amigos de Perón. Eso lo hace cualquier gobierno. Hace dos años se anularon todas la concesiones de frecuencias de radio que había hecho el gobierno de Menem. Ningún gobierno del mundo le da licencias al enemigo. La radio El Mundo y la cadena eran de Haynes. La cadena de Splendid era de Peralta Ramos, la gente de La Razón. En Radio Belgrano está Jorge Antonio. Eran todas cadenas privadas. El que estatiza las radios es la Revolución Libertadora.
-Hay libros que opinan lo contrario.
-No hay discusión. Que lean. Que se enteren. Que pregunten. El peronismo no estatizó las radios. Quien estatizó las radios con una comisión administradora que dirigía el capitán de navío Casanova, en el Ministerio de Comunicaciones, fue la Revolución Libertadora. Que usted me diga que en una de las radios estaba Aloé, que era el hermano menor del futuro gobernador de Buenos Aires, es un problema distinto. Pero las radios eran empresas privadas.
-Pero tenían a su frente a personajes muy ligados al gobierno peronista.
-No eran a su frente. Perón no los ponía. El presidente de Haynes era Nicolini, un contador que en su vida pública por ahí era secretario de la Presidencia de la Nación. En las radios, a partir de la Libertadora, venían los interventores del Ministerio de Comunicaciones, que estaba a cargo de la Marina. Se sentaban en la radio.
La misma pregunta tiene esta respuesta de Mancera:
-Desde luego que privadas. Radio Splendid era de Antonio Devoto y Benjamín Gache, con el ingeniero Guerrico como jefe técnico; Radio El Mundo era de la Editorial Haynes y Radio Belgrano de Jaime Yankelevich. Todos, de una manera servil, estaban totalmente al servicio del Gobierno. Pero la plata le entraba al señor Yankelevich, al señor Devoto y a la Editorial Haynes. La censura era absoluta. Le cuento una anécdota. En El Mundo Ignacio de Soroa y José Castro Volpe tenían un programa de preguntas y respuestas. El premio mayor eran 100.000 pesos y los gana un señor. Le preguntan qué va a hacer con esos 100.000 pesos. "Los voy a donar a la fundación que más hace por la Argentina, por un país que sufre mucho. Los voy a donar al Partido Socialista". No habían pasado diez minutos que lo llevaron preso. De Soroa y Castro Volpe quedaron prohibidos hasta que llegó la revolución del 55.
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