GORKIN ANTONIO GASALLA

CLASE MAGISTRAL

a cargo del catedrático
EUGENIO GORKIN

Composición tema

EL MUNDO DE ANTONIO GASALLA

Lo empecé a dirigir en 1988, ya era un programa exitoso

Estaba más que emocionado, era el ciclo de humor más visto de la televisión argentina y por lejos el de mayor audiencia de ATC. No bajaba de los 20 puntos de rating, compitiendo con canal 9, que era el canal privado, líder en audiencia contra los demás, todos estatales

A Gasalla le brindaban la mejor disposición tecnológica de la época, el estudio 1, el principal del canal. Me pide que busque hacer algunos cambios

En esos momentos tenía ganas de mandar una nave a la Luna sin combustible y yo le daba un empuje. Yo tenía 27 años, el brío de la juventud

Me encantaba el desafío, lidiaba con un programa ya instalado y consagrado, cualquier movimiento en falso de mi parte...

Gasalla se abrió, estaba muy emocionado, le encantaba la forma en que yo hacía los programas. "Bueno, dále un toque"


 Le propuse utilizar una cámara portátil

La cámara portátil se usaba poco y nada, en general quedaba limitada a exteriores. Para los programas de piso la tendencia era cámara fija

La portátil para algún musical y pará de contar

En ATC el programa era tan importante como en los últimos años el de Susana Giménez. Si Gasalla decía A nadie lo discutía

Busco a un cameraman que hacía cámara portátil y le digo "Vamos a descoserla y hacer estas cosas". Empezamos a inventar cosas que en estudios no eran muy habituales. Lo había visto en alguna película o en algún show

Y le incorporé la cámara portátil al sketch de la enfermera

La enfermera, obviamente Gasalla atendía en un quirófano y la cámara portátil era la subjetiva de un paciente. Hacíamos juego, le ponía una sábana a la lente de la cámara, pasaban los instrumentos quirúrgicos delante de la cámara, pasaba Gasalla con la chata...

Era un insert dentro de un sketch

Poníamos al paciente, Carlitos Parrilla, había una situación cómica, de esas locas, disparatadas es el término preciso y de golpe venía el corte y hacíamos la subjetiva

Era hilarante, le poníamos un lente, un gran angular, un semi ojo de pez. Los personajes se iban acercando a la cámara y quedaban deformados

Era un delirio y Gasalla hacía esas caras espectaculares, una actuación memorable. El sketch era divertido, porque si ponés la técnica y no es divertido tampoco sirve


Lo que estamos hablando hoy es común. La nave espacial donde viajaba Matilde, el ama de casa. Usamos chroma, pero le pusimos cámara portátil. La nave se balanceaba porque había una lluvia de meteoritos, la cámara se giraba a la izquierda, vos veías en el fondo, en el chroma, el espacio y veías que los actores iban todos para la izquierda

A la acción que era loca, disparatada, graciosa, esos recursos le sumaban, a Gasalla lo volvían loco

Era como Benny Hill por el despliegue, pero de otra forma, otro estilo de humor

La primera vez que usamos el steady cam, hoy algo común, nadie la usaba... Todo un desafío

Había llegado para la época del Mundial 78, más rudimentaria, era de fierro, no como hoy de acero inoxidable, de aluminio, mucho más liviana. Nadie la usaba, le tenían terror

Para usarla había que entrenar como los atletas, a la habilidad como camarógrafo había que agregarle potencia y destreza física. Mi amigo Cachito Galimberti se animó

Armábamos decorados uno al lado del otro y el personaje, ponéle Soledad, caminaba y la cámara lo llevaba. Se usaban vías de travelling. Eso fue otro de los aportes que pudimos hacer a un programa ya instalado

Había mucha posproducción. Un hallazgo fue la combinación de personajes. Grababa los personajes de Gasalla, dejábamos las cámaras en registro y hacía que los personajes se superpusieran caminando 


Me encantaba hacer esas cosas. Me preguntaban cómo lo hacés, cómo lo hacés y eso me manejaba mucho el ego. A Gasalla le encantaba porque discutía con sus personajes, mezclaba

Otro personaje recordado era Cacho, el periodista que hablaba con voz mezcla de whisky y cigarrillo

Así como grabar con Gasalla era muy divertido, era muy estricto. Cuando se enojaba se enojaba

Y ahora va la tradicional anécdota. Tenía una cochera en el garage de Presidencia de ATC, por Avenida Figueroa Alcorta, como la plana mayor, como los gerentes, Susana Giménez. No llegarían a treinta los privilegiados con cochera

Un día cambiaron al personal de seguridad. El programa empezaba a grabarse los viernes a las 13. Él llegaba a las 12, muy temprano, muy muy profesional. Quiso entrar y el hombre, nuevo, no lo conocía

Quiso pasar por la puerta y no lo dejó entrar. ¿Quién es usted? Gasalla lo miraba... ¿me está preguntando en serio? Acá no puede entrar...
Ah bueno, dobló y se fue para su casa, por detrás del Hospital Rivadavia, cerca del canal. Eran la una menos cuarto y no llegaba, nos empezamos a preocupar...

En 1988, 89 no había celular. Después de varias llamadas a la casa lo ubicaron. Contó la historia, se fue a su casa. Le importó un carajo. Lo fueron a buscar, lo trajeron, le pidieron disculpas

Pobre tipo, al que no lo dejó pasar lo echaron a la mierda. Su cabeza tenía precio, aunque había cumplido con su deber

El trabajo era muy arduo, Antonio venía a la posproducción, tan ardua la posproducción como la producción

En Telefe lo llevó a Lanata y le dijo que había aprendido mucho de puestas conmigo. Yo aprendí a movilizar a los actores mirando lo que él hacía

Es un maestro, es un actor de raza, de conservatorio, te hace lo dramático y lo cómico con la misma facilidad. Un tipo que respeta, al que le gusta el laburo. Atento a la luz, a qué cámara lo toma

Lo que tiene que ser: pro-fe-sio-na-lis-mo

En esa época yo trabajaba en los comienzos de Telefe y en ATC, ya prescribió si había alguna exclusividad. Venía a la noche de Telefe a buscar los libretos para grabar al otro día o a los dos días

El humor de Gasalla marcó una historia y sigue marcándolo. La abuela, la chica malcriada, Soledad, la empleada pública, la maestra. Lo acompañé cuando vino a Telefe 

Me preguntás por algunos actores... Arranco con Alejandro Urdapilleta y Humberto Tortonese

Se incorporaron con el ciclo ya empezado. Fue un hallazgo de Antonio, que era mucho de ir a underground, de prestar atención y los localizó. Ya había fallecido el tercer integrante, Batato Barea, habían estado esporádicamente en algún episodio. Quedaban Urdapilleta y Tortonese 


 Fue una cosa fresca, divertida y loca. Eran ingobernables, ingobernables para las cámaras. Las historias eran tremendamente divertidas por lo locas, era todo muy sacado. Había una idea, había un guion, se hacía una acción, un velatorio, alguna reunión, y todo terminaba de la peor manera posible

Muy buena gente, había que dominarlos, a veces se zafaban un poquito, les tenía que decir "che, no se les fue la mano..." con determinada cosa, jodieron con algo que no me parecía muy necesario

Me escucharon, tenés razón e hicimos esa parte de nuevo para no afectar al público. No actué como censor, simplemente quise poner un poco de paños fríos

Era uno de los momentos más esperados y mimados del programa, a ver cómo terminaba el problema y Antonio haciendo la reportera que los seguía: "Señor director, señor director, no se lo pierda, mire, mire". Era un dislate, una de las genialidades que hizo distinto al programa de Antonio

Y para terminar estas clases, en el informe más extenso, Norma Pons. Era mimada por Antonio. Norma era mágica, venía toda dolorida por sus problemas personales, vos le decías por el talk back acción y era como si hubiera resurgido, como el ave Fénix

Era una señora, una mina el personaje y le salía con una polenta...

Uno la extraña, porque aparte ha sido una buena mina, charlábamos mucho en los pasillos, en los camarines. Buena compañera, gran actriz y mimada por Antonio