LA MAGIA 2
1961
Fragmentos del libro de Jorge Nielsen
Pero aquello no fue todo
Ante
tan nutrida oferta de ficción no podemos olvidar títulos que
pretendieron jerarquizar la televisión argentina. Así por las pantallas
del 9 culminó en febrero LA VUELTA DE DON CAMLO; el cura creado por
Giovanni Guareschi se mudó desde julio hasta diciembre a tierras
hostiles, con DON CAMILO EN RUSIA, nuevamente con Luis Tasca en el
protagónico, esta vez acompañado por Mario Passano, que reemplazó a
Fernando Vegal como el intendente comunista de un pueblo italiano.
Marcos Caplán y Juan Carlos Altavista pusieron cuotas de humor, y la
presencia de Pinky como una seductora camarada fue una de las
atracciones del ciclo.
Entre
noviembre y diciembre la adaptación de LA BESTIA HUMANA, con puesta y
protagónico de Pedro López Lagar, constituyó uno de los fracasos
económicos de la temporada. El veterano actor que llegó a estas playas
acompañando a Margarita Xirgu había impactado con algunos trabajos en
televisión en los años cincuenta, pero ciertos estilos de interpretación
iban quedando atrás.
Un
año de transición para Narciso Ibáñez Menta como intérprete; con mucha
menos repercusión que temporadas pasadas protagonizó LAS HISTORIAS DE
SAN MICHELE, sobre textos de Axel Munthe, adaptados por su hijo y LAS
AVENTURAS DE ARSENIO LUPIN, el refinado ladrón francés surgido de la
pluma de Maurice Leblanc, con adaptación de Agustín Caballero y críticas
divididas.
Por
las pantallas del 13, los sábados a las 15.00, una pelea entre el autor
Horacio S. Meyrialle y Raúl Rossi culminó en la separación momentánea
de la exitosa dupla. Pero “el diablo metió la cola” y recurrió (o
recurrieron Meyrialle y el director David Stivel) a José María
Gutiérrez, que personificó a SAN MANDINGA, título con que también se
conoció durante la presente temporada al clásico TODO EL AÑO ES NAVIDAD.
El intento de regeneración del ángel caído en desgracia se expresaba en
un aviso de la época: “Cuando el Diablo quiere ser bueno torna su
nombre: San Mandinga… Con ese nombre se dedica a hacer buenas obras para
dejar de ser Diablo, y sus aventuras aparecen en Todo el año es
Navidad”.
Una
fuente poco transitada por la dramaturgia argentina (tanto en teatro
como en cine y televisión) es la historia argentina. Un corto intento
(dos meses en pantalla) lo constituyó BATALLAS OLVIDADAS, con libro de
Hugo MacDougall, destacado autor de cine (premiado por Malambo, Tres
hombres del río, Caballito criollo), dirección de Francisco Guerrero y
protagónico de Francisco Petrone.
Una
primera figura del teatro y el cine tuvo programa propio: EL TEATRO DE
LUISA VEHIL, con textos escritos especialmente para televisión por
Horacio S. Meyrialle, y dirección alternada de David Stivel y María
Herminia Avellaneda. Aunque tuvo buenas críticas no logró instalarse
definitivamente en la competitiva televisión de la época.
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