CINE ARGENTINO 1963,

CINE ARGENTINO

1963

ESTRENOS SIGNIFICATIVOS
1963

Alias Flequillo
Director Julio Saraceni, con José Marrone, Inés Moreno, Floren Delbene

Barcos de papel
Director Román Viñoly Barreto, con Pablito Calvo, Jardel Filho, Ubaldo Martínez, Enzo Viena, Mariángeles

La calesita
Director Hugo del Carril, con Hugo del Carril, Mario Lozano, Fanny Navarro, María Aurelia Bisutti, Floren Delbene, Beba Bidart

La chacota
Director Enrique Dawi, con Luis Aguilé, Mariquita Gallegos, Evangelina Elizondo, Osvaldo Pacheco, Augusto Codecá, Fidel Pintos

La Cigarra no es un bicho
Director Daniel Tinayre, con María Antinea, Amelia Bence, José Cibrián, Elsa Daniel, Narciso Ibáñez Menta, Mirtha Legrand, Angel Magaña, Malvina Pastorino, Luis Sandrini, Enrique Serrano, Teresa Blasco, Guillermo Bredeston, Myriam de Urquijo

La terraza
Director Leopoldo Torre Nilsson, con Graciela Borges, Leonardo Favio, Belita, Héctor Pellegrini, Marcela López Rey

Las ratas
Director Luis Saslavsky, con Aurora Batista, Alfredo Alcón, Bárbara Mujica, Juan José Míguez

Los inconstantes
Director Rodolfo Kuhn, con Elsa Daniel, Gilda Lousek, Luis Medina Castro, Alberto Argibay, Jorge Rivera López, Fernando de Soria, Héctor Pellegrini, Virginia Lago

Los inocentes
Director Juan Antonio Bardem, con Alfredo Alcón, Paloma Valdés, Enrique Fava, Ignacio de Soroa, Fernanda Mistral

Paula cautiva
Director Fernando Ayala, con Susana Freyre, Duilio Marzio, Fernanda Mistral, Lautaro Murúa, Leonardo Favio, Orestes Caviglia


Para los Cronistas Cinematográficos Paula cautiva triunfó en los rubros Película, actriz principal (Susana Freyre), actor de reparto (Orestes Caviglia) y música (Astor Piazzolla).
Para Los inocentes el director (el español Juan Antonio Bardem), el actor principal (Alfredo Alcón), escenografía (Gori Muñoz) y fotografía en blanco y negro (Alberto Etchebehere).
Belita revelación femenina por La terraza y Bárbara Mujica mejor actriz por Las ratas.

UNA PELICULA SELECCIONADA

PAULA CAUTIVA

Paula cautiva
Dir. Fernando Ayala, g. Beatriz Guido y Fernando Ayala sobre cuento “La representación” de Beatriz Guido, elenco Susana Freyre, Duilio Marzio, Fernanda Mistral, Lautaro Murúa, Leonardo Favio, Orestes Caviglia, Crandall Diehl, Mercedes Sombra, Lola Palombo, Claudia Fontán

LA NACION
“El enfoque realista de un film de Ayala”

EL MUNDO
“Dignidad de un film valiente y aleccionador”

CRONICA
“Excelente muestra del séptimo arte nacional. Fernando Ayala ha puesto todo su caudal de conocimientos técnicos y estéticos al servicio de una idea de gran valor testimonial, que refleja con trazos firmes y sinceros, el desmoronamiento ético-moral de una parte de la sociedad argentina como secuela directa de la inseguridad social, política y económica en que se debate su acontecer desde hace ya largo tiempo”

PRIMERA PLANA
“Es el mejor de los 7 films que Ayala lleva realizados desde 1955, quizá porque también es el que con mayor incisividad y menos cautela da testimonio de una acuciante realidad argentina. (…) Paula cautiva desmorona, de un golpe, todas las reservas que su realizador había suscitado en los 6 films previos. Su voluntad de testimonio no está ahora desvalida de valentía; su lenguaje tampoco está empañado por titubeos o cautelas. Valió la pena que estuviese 3 años inactivo, si esta obra es el resultado de ese silencio”

HERALDO DEL CINEMATOGRAFISTA
“En las dos terceras partes iniciales —esto es, en un tramo sustancial del metraje— brinda muy buen entretenimiento con sus notas costumbristas acerca de como ven Buenos Aires y el campo los turistas extranjeros; con sagacidad, imaginación y humorismo, divierte mostrando personajes, hechos y lugares bastante novedosos en la pantalla, y que en algunos aspectos sorprenden a los propios argentinos. Luego cambia de tono y dedica su atención a sucesos político-militares del tipo que era frecuente antes del 7 de julio, y aquí afloja su interés, porque ha sido superada por los acontecimientos. En el clima de calma y esperanza que hoy vive el país, aquellos sucesos se ven con esa cierta indiferencia con que uno evoca una pesadilla. Pero reconozcamos que si, por el contrario, los argentinos siguiéramos sintiéndonos atenaceados por amenazas revolucionarias, esta parte de la película seguramente hubiera tenido repercusión, pese a que se limita a una recolección anecdótica, imparcial. Como Ayala y Beatriz Guido, que escribieron el argumento en plena era de movimientos armados, evidentemente confiaron en la resonancia política de este segmento de la película, descuidaron proveerla de sostenes dramáticos; fuera de lo político, lo único que juega allí es una antigua situación folletinesca sobre un muchacho enamorado de una chica que secretamente es call-girl, su rabia al enterarse de la verdad y su perdón final a la pecadora arrepentida. Ayala ha dado a Paula cautiva una realización moderna y elegante, asistido por una fotografía de calidad, una escenografía sofisticada, una excelente banda musical y un ceñido montaje. Ha contado además con actores de alta eficiencia, incluidos los norteamericanos —en su mayoría no profesionales— que animan varias escenas dialogadas en inglés”

TIEMPO DE CINE
“En Paula cautiva hay dos líneas que se cruzan. Una podría ser denominada testimonial: describe concretamente la realidad argentina y alude a crisis ministeriales, combates entre sectores de las fuerzas armadas, y americanos pintorescos que vienen a negociar o a descubrir un país exótico. Otra línea es la sentimental: la historia de amor entre un argentino que vuelve a su patria, y una aristócrata liberal a quien queda nada más que el prestigio y se gana el pan y el champagne trabajando como call-girl. (…) Como cine, Paula cautiva tiene valores. Porque Ayala resuelve sobriamente algunas secuencias. Si falla en dar a la película un centro, acierta en la resolución de situaciones aisladas. (…) Si Paula cautiva es una obra significativa en el cine argentino actual lo debe al logro parcial de un clima farsesco con el uso apropiado de la interpretación y la música. No deberá creerse que lo esencial sean sus datos sobre aspectos de la realidad nacional, que el cine nunca había tocado antes; para esto debió haberlos manejado con mayor penetración y sutileza”