TV ARGENTINA
MOMENTOS DE QUIEBRE
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INTRODUCCIÓN
Segundo CURSO GRATIS en este blog.
Tema genérico la televisión argentina.
El gran medio de comunicación, difusión, entretenimiento y varios etcéteras desde la segunda mitad del siglo XX.
En el mundo y también, en tiempos muy tempranos, en la Argentina.
Como un servidor, Jorge Nielsen, tiene publicados 13 libros sobre televisión argentina, material y temas hay de sobra.
El problema era definir con qué tema arrancar este curso.
Ya habrá otros, ahondando en diversas temáticas.
Me pareció lo más atinado hablar de los momentos de quiebre en la historia de la televisión.
Esos
donde por un factor fundamental o una confluencia de ellos, se produce
un quiebre, el inicio de una nueva etapa en la pujante televisión
argentina.
Muchas veces el quiebre se relaciona con avances tecnológicos.
Otros, por una combinación de diversos factores.
Recontrasomeramente, los puntos de quiebre a tratar en diez entregas serán:
1. Los comienzos
2. Los primeros tiempos
2. Los primeros tiempos
3. 1955. Canal 7 indubitablemente estatal
4. 1960. Llega la tele a las provincias. Los canales 9 y 13 porteños. El video tape
5. 1963. Llega Alejandro Romay. Una televisión nacional
6. 1969. Comienzan las transmisiones vía satélite
7. Estatización de los canales 9, 11 y 13. Más importante, televisamente hablando, que la llegada de la dictadura
8. El color (y la dictadura)
8. El color (y la dictadura)
9. 1980. Comienza a recibirse en la Argentina televisión en color
10. 1984. Vuelve Romay a la tele. La tele de la democracia
11. 1990. Comienza a definirse la televisión por aire "actual". El 11 y el 13 en manos privadas
12.
1995. Se consolidan los grandes nombres de la tele reciente. Tinelli,
Pergolini, Suar y Pol-ka. Las señales nacionales de cable
Con
la irrupción de Internet, lenta pero inexorablemente, en algún momento
del siglo XXI la televisión por aire, o incluso por cable, pasa a ocupar
un papel secundario.
Youtube, Google, el cable
codificado, el sistema de pagar por ver, Netflix y sus competidores
permiten que el telespectador sea, si quiere, el programador de lo que
se ve en su pantalla
O mejor dicho, en sus pantallas
Del televisor, de la computadora, del celular, de la tablet, de lo que a usted se le ocurra
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