LOS AÑOS TREINTA
ESPECTÁCULOS... Y ALGO MAS
UNA MIRADA DE CONJUNTO
ESPECTÁCULOS... Y ALGO MAS
UNA MIRADA DE CONJUNTO
Cinco extractos de textos de CAROLINA GONZÁLEZ VELASCO sobre la historia social de los años treinta en la Argentina
GONZÁLEZ VELASCO DIXIT 1
Podría
tomarse como bisagra el golpe liderado el 6 de septiembre de 1930,
cuando tropas militares encabezadas por José Félix Uriburu se
movilizaron por la capital y tomaron la Casa Rosada. Casi no hubo
resistencias por parte del gobierno nacional: Yrigoyen era el presidente
desde 1928 pero en ese momento estaba de licencia, su vicepresidente,
Enrique Martínez, presentó la renuncia. Los gobernadores radicales
también en pocos días abandonaron sus administraciones.
Se
abrió una nueva escena política. La modificación más evidente, fue que
el golpe fue un quiebre del orden institucional que, con aciertos y
flaquezas, funcionaba de manera regular desde 1912, dando lugar a la
discusión sobre las reglas y las prácticas que habían dado fundamento a
la vida política de esas últimas décadas: la idea de democracia, de
liberalismo, de la definición de quién podía o no votar. La Ley Sáenz
Peña de 1912 había establecido el voto obligatorio, secreto y universal
(universal sinónimo de masculino, las mujeres no tuvieron derecho al
voto hasta la llegada del peronismo) y sobre esas definiciones se había
desarrollado la vida política: esas coordenadas para definir a la
ciudadanía política eran las que estaban en cuestión.
GONZÁLEZ VELASCO DIXIT 2
En
noviembre de 1931 el general Agustín P. Justo, también ingeniero civil,
ganó las elecciones frente a la fórmula de la Alianza Civil integrada
por el demócrata progresista Lisandro de la Torre y el socialista
Nicolás Repetto. Pese al llamado a la abstensión de los radicales, el
ausentismo en las mesas electorales no fue tanto. La asunción en Justo
en 1932 reordenó las piezas del tablero político: estallaron las
tensiones entre todos los partidos y agrupaciones que lo habían apoyado
durante la campaña y que ahora reclamaban participación en las
decisiones del gobierno. Los conservadores, los partidos provinciales,
algunos radicales, los militares, los nacionalistas... todos golpeaban a
la puerta del presidente. Esta nueva situación también provocó
tensiones en el radicalismo: si por un lado impugnaban la legitimidad de
Justo a través de la abstensión y los levantamientos armados por otro,
esta actitud los colocaba cada vez más afuera del juego político en la
medida en que Justo se presentaba como la salida institucional de la
crisis política.
GONZÁLEZ VELASCO DIXIT 3
Desde
el Ministerio de Obras Públicas del gobierno de Justo se puso en marcha
la construcción de una red carretera que atravesaba el país, lo cual
estaba en relación con la difusión del transporte automotor. En 1932 el
país tenía 2000 km de tránsito carretero, en 1944 esa red se había
ampliado casi a 60.000. A su vez, esto fue de la mano del estímulo y el
crecimiento de la industria del petróleo, indispensable para el
funcionamiento de los autos. Visto desde otro plano, las carreteras, el
auto y el petróleo estimularon políticas vinculadas al turismo.
Se
iniciaron diversas obras vinculadas a la infraestructura hidráulica, de
riego y de almacenamiento de la producción agropecuaria. Y sólo para
completar esta idea, de la década del 30 datan grandes obras de
infraestructura urbana como la Avenida General Paz, el ensanchamiento de
la calle Corrientes, la extensión de las líneas de subterráneo y la
construcción de grandes hoteles como el de Mar del Plata y el Llao Llao.
Hasta comenzó a desarrollarse la aviación comercial, incluyendo el
envío de correspondencia.
GONZÁLEZ VELASCO DIXIT 4
Lo
más evidente de la crisis iniciada en 1929 fue la caída de los precios
agrarios, el deterioro de los términos de intercambio. Los cereales,
antes de la crisis, se vendían a 100 pesos, en 1932 bajaron a 55. La
desocupación mostraba la magnitud de la crisis. Se calcula que para 1932
rondaba entre el 20 y el 30%. Para una sociedad acostumbrada a ser
receptora de mano de obra y para un mercado de trabajo que durante
décadas fue amplio y dinámico, el cierre de fábricas y comercios y la
retracción de la demanda de mano de obra (por mucho o poco que haya
sido) fueron situaciones novedosas y dramáticas. Estas variaciones
económicas impactaron también en los índices del PBI: entre 1929 y 1932
descendió un 14%. La recuperación posterior también quedó expresada en
ese índice: entre 1932 y 1939 el PBI revirtió la tendencia y era un 33%
más alto que en 1932.
GONZÁLEZ VELASCO DIXIT 5
Los
rasgos de la sociedad de la década del 30 no eran tan novedosos o
contrastantes con los de la etapa anterior, hubo aspectos nuevos pero
muchos otros eran más bien el despliegue de procesos iniciados en los
años previos. Esto ha llevado a muchos historiadores a referirse a los
años 30 como parte de un período más amplio, cuyos horizontes podrían
ubicarse entre la finalización de la Primera Guerra Mundial (1918) y la
llegada del peronismo (el 17 de octubre de 1945, por poner una fecha
simbólica) y al que llaman entonces "período de entreguerras". No
obstante, hay algunas marcas propias de esta década.
Otra
de las consecuencias de la crisis desatada a nivel mundial a partir de
1929 fue una retracción de la inmigración. Un aspecto que había sido
clave entre fines del siglo XIX y las primeras décadas del XX comenzaba a
mostrar una tendencia inversa: los saldos inmigratorios en Argentina,
considerando incluso los altibajos, comenzaron a descender. En algún
sentido, el horizonte en Argentina era tan incierto como el que tenían
ante sus ojos en Europa inhibiendo la decisión de viajar.
0 comentarios:
Publicar un comentario